
"...nuestras abuelas almidonaban a base de sacrificados trabajos hogareños los grandes manteles que cubrirían , sobre todo, las mesas de los domingos. Esas mesas eran testigos de la entera memoria de los grupos familiares, de las alegrías y tambien de las tristezas. En esos encuentros la mantelería testificaría todo lo cotidiano..."